La Microdermoabrasión consiste en la remoción mecánica y controlada de los estratos más superficiales de la piel, produciendo una exfoliación muy suave que comprende al estrato córneo y granuloso llegando, eventualmente, a la dermis papilar. Debido a esta exfoliación se produce la consiguiente regeneración celular así como el incremento de la producción de colágeno.
Consecuentemente se observa una mayor elasticidad y un mejoramiento en el tono de la piel. Se eliminan las manchas producidas por la exposición solar, y desaparecen o se atenúan las líneas de expresión y las arrugas. La duración de cada sesión es de 20 a 30 minutos aproximadamente, con variaciones según la zona a tratar. El número de sesiones es variable, pero en general se realizan de 4 a 10, separadas cada una de ellas entre 1 y 3 semanas.
Esta técnica se recomienda en los casos de foto envejecimiento, manchas actínicas, hiperqueratosis, melasma, líneas de expresión (arrugas finas y medianas), quistes de milium, comedones, reducción de poros abiertos, pieles seborreicas, ciertas cicatrices (de acné, superficiales y queloídeas), mejoramiento del aspecto de las estrías y pre-tratamiento de láser resurfacing y peelings. También es recomendable en caso previo a la aplicación de determinados principios activos en la piel, para optimizar su absorción.
Con la microdermoabrasión tratamos la epidermis (sus cinco capas) y podemos llegar también a la dermis papilar. De acuerdo a la patología a tratar y su ubicación, se realiza una exfoliación mayor o menor.