La toxina botulínica, también conocida como Botox es un procedimiento médico que se utiliza en medicina estética para reducir la aparición de arrugas faciales y mejorar la apariencia de la piel.
La toxina actúa bloqueando temporalmente la contracción muscular en el área inyectada, atenuando arrugas y líneas de expresión, especialmente en la frente, entrecejo y alrededor de los ojos (patas de gallo).
Consideraciones y efectos secundarios:
La principal indicación posterior al tratamiento, es evitar acostarse o hacer ejercicios durante las 4 horas posteriores, con el fin de evitar la migración de la sustancia. Se recomienda mantenerse sentado o de pie. En algunos casos puede aparecer algún pequeño hematoma, que fácilmente se puede disimular con maquillaje y desaparece en pocos días. Se puede tomar el sol pero siempre utilizando protección solar y además al ser un tratamiento ambulatorio se puede trabajar y realizar vida completamente normal luego de acabar la sesión.